Cristo de la Agonía
CRISTO DE LA AGONÍA
La escultura ha sido realizada por el artista compostelano D. José Rivas en 1945, siendo ésta una de las obras más importantes de su trayectoria. Aquí Jesús en un acto de amor universal agoniza con los brazos abiertos, como si nos quisiera abrazar a todos y cada uno de nosotros, pero no puede porque nuestros clavos lo tienen fijado a la Cruz. El cuerpo flagelado gime y su voz retumba hasta en el rincón más inhóspito de la Tierra: «Deus Meus, Deus meus, ut quid me dereliquisti?» a la vez que su cabeza se desvanece suavemente sobre el hombro derecho y sus párpados caídos dejan entrever la transparencia del amor inmenso, que irradia su esencia divina pero el sacrificio no se ha consumado todavía, el espíritu no se ha desprendido de la carne para exhalar con su último aliento «Padre en ti encomiendo mi espíritu». Enmudece la Tierra tras el eco susurrado del ungido.
SÓLO RESTA DECIR: «CREDO».
GRUPO ESCULTÓRICO «CALVARIO» |
El cristo de la Agonía es la imagen titular de este grupo escultórico que también lo componen las siguientes imágenes:
DOLOROSA
La escultura ha sido realizada por el escultor compostelano D. José Rivas en 1947. Aquí María, la Madre de Jesús, en pie e hierática con un rostro exhausto de lágrimas refleja el dolor desgarrador de una madre , pronunciando con dolor y amor, «Carne de mi carne», «corazón de mi corazón», «hijo quiero morir contigo». Al mismo tiempo que la madre contempla los últimos momentos de su hijo en este mundo, reconfortada con la esperanza de la redención. «ALLÍ DONDE FUE GESTADO AQUÍ ES ARREBATADO».
SAN JUAN
La escultura ha sido realizada por el artista compostelano D. José Rivas en 1947. Aquí el joven discípulo de pie y con los brazos abiertos, nos representa a todos nosotros, su rostro, con su angustiosa mirada y la boca entreabierta, refleja el dolor que siente al ver a Jesús padecer el sufrimiento en la Cruz. Dirigiendo su mirada al crucificado como un gesto en el que demanda un último mensaje del Hijo de Dios: «Que va a ser de nosotros, NO NOS ABANDONES».
MAGDALENA
La escultura fue realizada por el artista compostelano D. José Rivas en 1947. Aquí la aparece también la Magdalena con su larga y característica melena, situada como casi siempre a los pies del señor, con una sola rodilla hincada en tierra lo que le da una sensación de impetuoso movimiento hacia delante con el fin de abrazar la Cruz buscando su salvación. El dramatismo del momento es reflejado en la expresión de su cara, fuertemente contraída que nos expresa un intenso y profundo dolor, con la boca entreabierta de la que parece salir un desgarrador gemido, al ver los pies de Cristo, que anteriormente había ungido con perfumes y secado con su melena, traspasados con el clavo, o bien un intento de búsqueda de la «Divina Sangre» para un acto de «Comunión».
DIMAS
La escultura ha sido realizada por el taller escultórico compostelano Rodríguez Puente en 1952. El buen ladrón en su cruz dirige la mirada serena de dolor y arrepentimiento, reflejándose en sus ojos el amor y la comprensión al ver que se está cometiendo una injusticia con el Hijo de Dios, la transparencia de su inmenso amor le perdona y lo reconforta con la esperanza de la redención diciéndole:» EN VERDAD TE DIGO, QUE HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO».
GESTAS
La escultura ha sido realizada por el taller escultórico compostelano Rodríguez Puente en 1952. Aquí Gestas, el ladrón malo, en un acto de rebeldía entra en cólera ante el desenlace que le espera. Aflorando su lado humano, se refleja en su rostro el temor al sufrimiento y a la muerte alimentado por su ceguera y no reconociendo la injusticia que observa, sin comprensión ni amor dirige su rostro hacia Jesús provocándolo con sarcasmo para demostrar ante los que se encuentran allí la falsedad de su esencia divina, al pronunciar: «Si eres el Hijo de Dios, ¿POR QUÉ NO TE SALVAS A TI MISMO? Demuéstranos que eres quien dices».